¿Inducción o vitro? Sin duda, esta es la eterna pregunta que nos surge a la gran mayoría cuando queremos renovar nuestra cocina.
Y es que, aunque ambos son sistemas de cocina eléctrica muy parecidos estéticamente, lo cierto es que el funcionamiento es completamente distinto.
Conocer las diferencias que existen entre ellas y las ventajas y desventajas que presenta cada una te ayudará a tener una respuesta más clara y a saber cuál es la que mejor se adapta a tus necesidades.
¿Qué diferencia hay entre vitrocerámica e inducción?
Aunque de aspecto son bastante similares, no podemos decir lo mismo en cuanto a su funcionamiento.
La vitrocerámica se basa en la generación de calor por medio de resistencias eléctricas situadas bajo el cristal cerámico. Estas a su vez calientan el cristal y trasmiten el calor a la superficie donde irán colocados los utensilios para cocinar.
¡Ojo! Toda la placa adquiere bastante temperatura y tarda en enfriarse, incluso apagada, por lo que hay que tener mucho cuidado de no quemarse.
En cambio, las cocinas por inducción funcionan mediante un potente imán que se estimula eléctricamente creando un campo magnético que transmite calor de manera inmediata a la superficie de metal que se encuentre encima de él.
Es decir, a diferencia de la vitro, la inducción calienta directamente el recipiente en lugar de la placa.
¿Qué es mejor placa de inducción o vitrocerámica?
No hay un sistema mejor que otro, por lo que la respuesta no es única.
Para saber qué sistema te conviene más es fundamental conocer los pros y contras de cada uno de ellos.
Ventajas de la vitrocerámica
- Compatible con todo tipo de recipientes: al igual que el gas, admite todo tipo de superficies a calentar. Es decir, cualquier tipo de sartén u olla te vale, incluso los cazos y recipientes de barro.
- Calentamiento progresivo: es decir, no calienta de manera inmediata los recipientes ni los alimentos. Esto es una gran ventaja sobre todo a la hora de preparar alimentos que requieran de una cocción más lenta.
- Precio más económico: son más baratas que las cocinas de inducción, por lo que resulta ideal para los bolsillos más ajustados o segundas residencias.
- Facilidad de limpieza: al contrario de lo que sucede en una cocina de gas, la superficie lisa de las vitros hace que sea muy fácil eliminar los restos de comida o salpicaduras.
- Mantiene el calor residual: es decir, una vez apagada, la placa continúa caliente por un tiempo, justo lo necesario para que algunas de tus elaboraciones terminen de cocinarse o se mantengan calientes.
Inconvenientes de la vitrocerámica
- Tarda más en calentarse: lo que puede ser una ventaja para determinadas preparaciones, puede resultar algo molesto si tienes prisa o si, por ejemplo, quieres llevar el agua a ebullición rápidamente.
- Mayor gasto energético: al tardar más en calentarse consume más electricidad y por ende, el gasto eléctrico es mayor.
- No se enfría de inmediato: la vitrocerámica tarda bastante en enfriarse, por lo que si una vez apagada no quieres que siga cocinando deberás retirar el recipiente de inmediato. ¡Ah! Y evita tocar la superficie durante un rato si no quieres quemarte.
- Se raya fácilmente: recuerda que se trata de una superficie de cristal, por lo que deberás usar productos específicos para su limpieza si no quieres que se raye.

Ventajas de la inducción
- Rapidez: se calientan de manera casi instantánea, el doble de rápido que la vitro. El calor se transmite a gran velocidad, por lo que resulta ideal para llevar los líquidos a ebullición rápidamente.
- Menor consumo energético: su rapidez a la hora de calentar hace que el consumo eléctrico sea menor. Se calcula que gasta entre un 20% o 40% menos que una vitrocerámica tradicional, lo cual es un ahorro importante.
- Mayor seguridad: aunque la placa adquiere temperatura, esta es mucho menor, y una vez apagada se enfría rápidamente, lo que la hace menos peligrosa sobre todo si hay niños en casa. Además, solo funciona cuando tiene un recipiente encima, por lo que al retirar la sartén u olla se apagará automáticamente.
- Fácil de limpiar: es incluso más sencilla de limpiar que una vitro. El hecho de que la superficie esté menos caliente no solo evita que la comida derramada se pegue al cristal, sino que también nos permite iniciar antes las tareas de limpieza.
Inconvenientes de la inducción
- Mayor precio: por lo general las placas de inducción cuestan más que las vitros, incluso pueden llegar a ser casi el doble de caras. Sin embargo, como su consumo energético es menor, este sobrecoste inicial se compensa con el tiempo.
- La curva de aprendizaje es mayor: al calentarse más rápido los tiempos de cocción se acortan mucho y debes controlar muy bien la potencia de la placa y estar más pendiente de los alimentos.
- Recipientes compatibles: al contrario de lo que sucede en las vitros, en la inducción no podrás usar cualquier tipo de recipiente, ya que solo admite utensilios con base metálica ferromagnética. Así que, ten en cuenta que lo más probable es que tengas que renovar por completo tu batería de cocina y comprar ollas y sartenes para inducción. Eso sí, lo que es válido para inducción también es apto para el resto de sistemas, al contrario no sucede lo mismo.

¿Qué consume más una vitrocerámica o inducción?
La respuesta está muy clara.
Según la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios) las placas de inducción consumen entre un 20 o 40% menos que las vitrocerámicas.
Dicho esto, queda claro que ante la disyuntiva «inducción vs vitrocerámica consumo», la inducción gana por goleada.
La inducción es uno de los sistemas de cocina más eficientes y con menos dispersión de energía.
Para que me entiendas mejor, al calentarse más rápidamente los tiempos de calentamiento disminuyen y, por ende, su consumo energético es menor, lo que se traduce en una notable reducción del coste de la factura de la luz.
Consejo: El consumo energético es uno de los factores clave que debes tener en cuenta a la hora de decantarte por un sistema u otro y al que a menudo la mayoría de los consumidores no presta mucha atención. Así que toma nota y tenlo siempre muy presente.
¡Esto ha sido todo por mi parte! Como has podido comprobar, existen muchas diferencias entre las placas de inducción y vitrocerámica.
¡Tu turno! Ahora que ya conoces cuales son las ventajas y desventajas de estos dos principales sistemas de cocción eres tú quien debe valorar cuál se adapta mejor a tus necesidades y sobre todo a tu presupuesto.
Si todavía tienes dudas, no dudes en escribirme ¡te espero en los comentarios. 👇👇